Publicamos el texto de una entrevista para un reportaje que hicieron recientemente a Iñaki Ladrero, CIO de Baoss, para el diario LA RAZÓN sobre el análisis de datos y la datificación.
¿Hasta qué punto el mundo se está “datificando”?
Las empresas están viviendo una transformación digital, tan de moda ahora, no por gusto, sino debido a la explosión de datos a la que estamos asistiendo. Generamos datos cada vez que hacemos uso de nuestras tarjetas de crédito, accedemos a las redes sociales, llamamos a un centro de atención al cliente, o a través de la multitud de dispositivos conectados que ahora llamamos Internet de las cosas. Somos dependientes de esas tecnologías para nuestro trabajo, comunicación y entretenimiento. Las empresas líderes están ahora recogiendo esa información crítica para conocer mejor a sus clientes, mejorar sus procesos y poder tomar mejores decisiones. Las organizaciones deben por tanto orientarse hacia sus usuarios, atender sus gustos y preferencias sea por el canal que sea, y es lo que estamos viviendo ahora en las empresas que más están creciendo. No hacerlo pone en riesgo sus modelos de negocio tal y como hemos asistido en la última década con ejemplos de triunfadores en cada una de los sectores de negocio, Amazon en retail, Spotify y Netflix en ocio, AirBnB en turismo, o la revolución en fintech que está a punto de estallar.
¿Cuál es el valor de los datos en el mundo actual? ¿Cuál será en el futuro?
A día de hoy de las doce mayores empresas del mundo por capitalización bursátil sólo cuatro, Apple, Amazon, Exxon y Johnson venden productos físicos, el resto trabajan sólo con activos digitales, y de las doce cinco son empresas de Internet.
Tecnologías emergentes como blockchain, smart contracts y la computación descentralizada darán lugar a nuevos modelos de negocio y formas de concebir la relación entre consumidores, organismos públicos y empresas, que va a hacer que el valor de los datos todavía tenga un mayor peso en nuestras vidas y en la economía. Soy muy optimista en este sentido ya que se nos presenta una oportunidad única para que retomemos el control de nuestros datos y seamos los individuos los decisores y beneficiarios de su uso.
¿Podría poner ejemplos prácticos de la aplicación actual que tiene el análisis de datos?
Actualmente se están beneficiando del análisis de datos de una manera práctica todos los sectores de la economía. Quizá los ejemplos más conocidos sean en finanzas y seguros ya que trabajamos con datos pero también empezamos a ver su utilidad en el resto de sectores. En agricultura por ejemplo, mediante sensores se están recogiendo datos en tiempo real para monitorizar las cosechas, controlar el riego, vigilar las plagas y muchas otras aplicaciones prácticas. Los sensores captan datos de temperatura, humedad o acidez del terreno que una vez procesados y analizados, nos permiten sacar conclusiones, tomar mejores decisiones y actuar más rápidamente.
El sector retail también está viviendo una transformación haciéndose más competitivos a través de las ventas omnicanal. Los datos generados en canales digitales son incorporados junto con los datos generados en las tiendas físicas (con tecnologías inalámbricas como RFID, beacons o cámaras), y una vez analizados permiten descubrir hábitos, patrones y correlaciones de los consumidores que antes éramos incapaces de obtener. Un ejemplo concreto de una aplicación, hay una cadena de almacenes que tiene pantallas colocadas por los pasillos, cuando un cliente tiene en sus manos un producto, los datos de la etiqueta RFID que lleva incorporada son enviados en tiempo real al centro de datos donde un algoritmo programado analiza e inmediatamente manda orden de mostrar por las pantallas cercanas vídeos de otros productos relacionados con el artículo que le ha interesado y que otros clientes similares han adquirido previamente. Algo parecido a lo que hace Amazon con los productos relacionados se está haciendo ya en el mundo off-line gracias al uso combinado de diferentes tecnologías.
¿Qué permitirá en el futuro la gestión y el análisis de datos?
Hablar de futuro en análisis de datos es siempre aventurarse en lo desconocido, especialmente durante los últimos años en los que el avance en tecnologías de análisis de datos ha ido acelerándose a un ritmo tan rápido que las empresas y los profesionales no son capaces de seguir. Los científicos de datos y analistas capaces de extraer valor de los datos serán los profesionales más demandados. Tecnologías de inteligencia artificial como machine learning (aprendizaje automático) y herramientas de computación cognitiva seguirán mejorando y empleándose cada vez más al mostrar los beneficios que reportan a las organizaciones que las usan. Las empresas que sigan tomando las decisiones de negocio en base a intuiciones o experiencia se verán desplazadas por empresas data-driven, que tengan los datos como respaldo a su toma de decisiones.
Algunos expertos vaticinan que la tercera guerra mundial será de datos…
No sé si tanto como para hablar de una guerra mundial pero sí que desde hace tiempo se está usando la información como arma de ataques puntuales entre estados. Si un estado quiere desestabilizar a otro puede hacer más daño interviniendo su bolsa de valores que asesinando a alguien. Hoy en día los sistemas de información vitales para la economía de un país como energía, finanzas, transporte o telecomunicaciones, están de una u otra manera conectados a Internet y por tanto son vulnerables a ciberataques.
Casos como el reciente virus WannaCry, mediante el que se secuestraron más de 200.000 discos duros de datos en más de 150 países, ponen en evidencia que los sistemas de información de las mayores empresas no son seguros, y un ataque localizado como los que se han dado, ya sean esponsorizados por un gobierno o no, puede paralizar por completo una organización.
¿Qué posibilidades de negocio ofrece la gestión de los datos?
Por un lado tenemos una actividad de negocio relacionada con el dato en sí. En esto, para entenderlo con un símil, es como el petróleo, para poderle sacar un beneficio y que por ejemplo, sirva de combustible en nuestro coche, antes hay que explorar pozos, extraer el crudo y luego refinarlo y transportarlo. Para poderle sacar utilidad a los datos antes hay que hacer una serie de tareas previas. Desde la selección de las fuentes de datos a recoger, la obtención de los mismos, su almacenamiento, el tratamiento y preparación, hasta la puesta a disposición junto con otras fuentes para poder realizar un análisis conjunto. Hay empresas que están especializadas sólo en una actividad del proceso, ya sea infraestructura e ingeniería (almacenamiento, tratamiento), o ciencia de datos (modelado, análisis y visualización). En Baoss, por ejemplo, ayudamos a nuestros clientes en todas las áreas de servicio. Hay otras organizaciones, ya sean empresas que generan muchos datos como bancos y operadoras de telecomunicaciones, o data brokers, para quienes los datos es su core de negocio, que deciden monetizar sus datos a través de diferentes vías.
¿Qué son los data brokers?
Son empresas que recopilan y agregan información de los consumidores de una amplia gama de fuentes para crear perfiles detallados de personas. Estas compañías luego venden o comparten su información personal con otros. La actividad de los data brokers no es nueva, ya en el siglo XX empresas como Nielsen construyeron enormes bases de datos para segmentar individuos y nuestros hábitos con fines de marketing, detección de fraude o calificación crediticia. Ahora gracias a las nuevas tecnologías disponibles, mayores fuentes de datos y al abaratamiento de costes es posible hacerlo a mucha mayor escala y de forma más automatizada y asequible.